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Por Redacción

Es inoportuno el llamado a clases presenciales que han hecho las autoridades gubernamentales, en medio del brote del COVID-19, cuando aún no tienen el control total del virus y apenas comienzan  a vacunar a la población (sólo 300,000 personas vacunadas). Además, el protocolo sanitario dispuesto por Salud Pública y el Ministerio de Educación no evita el contagio.

Durante la puesta en marcha del denominado ¨Protocolo General para el Retorno a las Clases Semipresenciales, Gradual y Voluntaria¨, el ministro de Educación, Roberto Fulcar, reconoció la posibilidad de que se pueden presentar brotes del virus.

En el documento de 55 páginas, se establece que los padres que no puedan comprar materiales para su protección, deben comunicarlo al personal de la escuela. Esto quiere decir, que las autoridades no garantizan la totalidad de mascarillas y otros utensilios necesarios para la prevención de la enfermedad.

A pesar de lo antes expuesto, el gobierno dispuso como fecha de inicio de clases el próximo 06 de abril. Sin embargo, los centros educativos requieren mantenimiento, pues la mayoría se encuentra en situación deplorable, y de acuerdo a recientes declaraciones de Xiomara Guante, presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores, se necesitaría más de un mes para acondicionarlos.

¡Que Dios nos proteja!

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